Hoy en día los médicos hacen cada vez más hincapié en la necesidad de utilizar protectores solares para la piel. Pero, ¿sabes cómo elegir uno efectivo?
En el verano las mujeres quieren lograr un bronceado fascinante lo más rápido posible, por lo que empiezan a pedir consejos o hacerse preguntas sobre el uso de los bloqueadores, su eficacia y duración. Es por esto y porque en Pelle Magazine creemos que es importante saber qué es verdad o no a la hora de proteger la piel del sol, investigamos para ayudarte con algunos consejos.
La radiación solar se divide en rayos UVA, responsables del fotoenvejecimiento y las manchas, y los rayos UVB, los causantes de las quemaduras solares. Por ello, una exposición a estas radiaciones sin estar bien protegidas es algo que puede ser contraproducente para la piel, tanto a largo como a corto plazo.
Para partir, si crees que las capas superpuestas de crema aumentan el factor de protección, estás equivocada, ya que protege lo indicado, pero no multiplica el índice por aumentar la dosis aplicada.
Por otro lado, debes saber que los protectores waterproof no conservan el ciento por ciento de su efectividad cuando te metes al agua, pero tampoco la pierde por completo. Todo dependerá de la actividad que realices si su eficacia será mayor o menor, pero aún seguirán protegiéndote en cierta medida. No creas que por aplicarte crema una vez al día será suficiente, es necesario que al menos cada dos horas apliques nuevamente el protector y que hagas de esto una rutina.
Respecto a la duración de las cremas y si te servirán este año las del verano pasado, si éstas no han caducado y se han guardado en condiciones óptimas, sin haberles dado el sol o una temperatura excesiva, pueden usarse. Estos productos pueden llegar a durar hasta tres años si no ha pasado su fecha de vencimiento y están bien conservados, o hasta doce meses si ya han sido abiertos.
Por último, la mayoría de las marcas de cremas con protector solar tienen fórmulas y texturas mucho más agradables que las que antiguamente se vendían y te dejaban grumos blancos o piel grasosa, por lo que hoy en día no hay motivos para no protegerse, ya que aunque te apliques un SPF alto lograrás broncearte de manera gradual y más segura.