Gianfranco Foschino, artista audiovisual: “Aquí, el arte existe sólo a partir del hábito de la caridad”.

Corría el año 1997. Sudamericano de natación en Ibagué, Colombia. La selección chilena de la especialidad viajaba junto a las juveniles de nado sincronizado que participarían en el mismo campeonato. Estas últimas, sin importar la edad, ya tenían identificado a Gianfranco Foschino. Un nadador chileno que robaba más de un suspiro, quizás por su cara bonita o tal vez por su abdomen perfecto. Sí, de nadador a cantante en la banda pop juvenil de comienzos del 2000 Stereo 3, y hoy, artista audiovisual de trayectoria cosmopolita.

Gianfranco, www.gianfrancofoschino.org, recorre el mundo mostrando sus obras en distintos países, aunque es humilde al hablar de sí mismo. Tiene 33 años, vive en Santiago y de vez en cuando se pierde escalando los cerros y montañas capitalinas. Sus gustos son para algunos quizás desconocidos ¿Una banda? Boards of Canadá ¿Película? Blow Up de Michelangelo Antonioni ¿Un libro? Esculpir el Tiempo de Andrei Tarkovsky ¿Cerveza? La IPA (India Pale Ale), un estilo proveniente de Inglaterra, característico por su amargor y alto nivel de alcohol. Pero, preguntemos un poco más a fondo.

El nadador

¿Qué recuerdos tienes de esta época?

Los mejores. Fue una bella infancia y adolescencia en la piscina del Stadio Italiano. De aquella época mantengo grandes amistades y desarrollé una profunda conexión con el agua (…) Comencé a nadar a los cinco años y me retiré a los 15 con algunas medallas de campeón nacional en la especialidad de 100 y 200 metros espalda, que se transformó en mi estilo. El máximo logro fue haber participado del campeonato sudamericano el año 1997.

¿Qué te enseñó el deporte?

La disciplina y la constancia. La natación fue una escuela donde aprendí muchos de los valores que tengo hoy siendo adulto. En términos profesionales, siempre he sentido que existe una relación muy cercana entre el ser artista visual y el ser deportista elite en Chile, ambas profesiones requieren de una gran pasión por lo que uno hace y de un sacrificio enorme, dado el estado de las cosas acá. Los viajes que realicé, tempranamente gracias a torneos internacionales, fueron súper significativos y reveladores, de hecho, fue en uno de eso viajes donde descubrí, por ejemplo, mi fascinación por el video.

¿Hoy realizas algún tipo de actividad física?

Mi idea es siempre estar activo. Voy a nadar de vez en cuando, durante la semana me muevo en bicicleta por la ciudad, subo cada tanto algún cerrito o montaña, en la temporada de invierno hago snowboard, y durante el verano trato de bucear. El deporte me entretiene, me relaja y me llena de energía. Dado al modus operandi de mi trabajo, donde generalmente exploro locaciones en solitario y con un pesado equipo de cámara en la espalda es vital estar en forma.

¡Atrévete a aceptarlo!

¿Qué significó Stereo 3 en tu vida?

Fue una experiencia divertida con muchos viajes por Chile y al extranjero. Descubrir el mundo de los sellos discográficos, las radios, los canales de televisión, fue muy estimulante. Lo único raro es que yo nunca me he considerado músico y por lo general la gente lo cree así.

El audiovisual

¿Cómo describirías tu arte a una persona que no sabe lo que haces?

Como un trabajo contemplativo. Video instalaciones y fotografías que estudian paisajes naturales o urbanos los cuales parecieran ser sacados de un mundo de ficción; obras poco narrativas y muchas veces silenciosas que, ya sea por su configuración o disposición en el espacio, generan misterio.

¿En qué te inspiras?  

Me inspira el tiempo presente en cada lugar. Contemplar momentos irrelevantes de la vida cotidiana.

Está lleno de artistas que les ha costado hacer carrera, en tu caso, pareciera que eso no ocurrió ¿Cómo llegaste a exponer en el extranjero? 

Tempranamente, me fui a buscar oportunidades afuera. Tuve la suerte de encontrarme en Chile con personas que valoraron mi obra y me motivaron a utilizarla como una especie de pasaporte para recorrer el mundo, y eso es lo que hice. Así se fueron abriendo las puertas a exhibiciones como el Pabellón Latinoamericano de la Bienal de Venecia del año 2011.

Has tenido muchas exposiciones, ¿cuál ha sido la más especial? 

Sin duda, mi primera exhibición personal en I-20 Gallery de New York llamada ALMOST ROMANTIC. Tuvo una muy buena crítica y recepción del público general. Fue súper importante, ya que, luego de esa muestra, comencé a trabajar como artista de la galería y comenzaron a llevarme a ferias como ZONA MACO en Ciudad de México o THE ARMORY SHOW en New York. También una de las piezas pasó a formar parte de la Albright-Knox Art Gallery de Buffalo, quienes al año siguiente realizaron la exhibición colectiva llamada VIDEOSPHERE: A new generation, donde pude compartir con artistas como Julian Opie, Cory Arcangel, Isaac Julien, Tony Oursler, Bruce Nauman y Bill Viola. 

Para concluir, la mayoría de las exposiciones que has tenido han sido alrededor del mundo, ¿el chileno no valora el arte?

No se aprecia, no se valora y tampoco existe un mercado. Es muy difícil desarrollarse profesionalmente acá, el arte existe sólo a partir del hábito de la caridad con los artistas (privado/estatal) y si eso no cambia estamos condenados… Hace falta más cultura y esto a mi parecer va de la mano con ser también más nacionalistas, querer lo propio.

 

 

You May Also Like