No solo por locura, escaladores, aficionados y amantes del montañismo han puesto sus ojos en esta cumbre. Motivados por un reto personal o un simple desafío llevado al límite, han intentado conquistar su cima para demostrarle al mundo que han llegado a la montaña, sobre el nivel del mar, más alta del planeta.
Según los geólogos, el monte Everest se formó hace unos 50 millones de años producto de la colisión entre la placa continental india y lo que hoy es Asia, dando origen a los Himalayas. Una cordillera que se extiende por los países de Bután, Nepal, China e India.
Las principales cimas de los Himalayas son: Everest 8.848m; K2 8.611m; Kanchenjunga 8.586 m; Lhotse 8.501 m; Makalu 8.462m; Cho Oyu 8.201m; Dhaulagiri 8.167m; Manaslu 8.163 m; Nanga Parbat 8.125 m; Annapurna 8.091m; Shisha Pangma 8.027m; Gyachung Kang 7.922m; Nanda Devi 7.817m; Pumori 7.161m; y el Ama Dablam de 6.856m.
¿La favorita? El Everest. Su primera expedición se remonta a los años ‘20, cuando un grupo de ingleses decidió llegar a su cima por la ruta del Collado Norte, un camino que hoy tiene un valor especial por el matiz histórico que posee.
Nosotros no nos hemos quedado atrás. En 1986, una expedición chilena encabezada por el escalador nacional, con el mayor número de ascensiones de alta montaña, Claudio Lucero, quiso hacer historia y subir el Everest por primera vez a través de la ruta del Collado Norte.
Sin embargo, esa expedición no llegó a la cumbre, pues uno de los integrantes del equipo, Víctor Hugo Trujillo (24), estudiante de Geografía de la Universidad Católica, muere a raíz de una caída, por lo cual el joven andinista fue sepultado por sus propios compañeros en pleno Himalaya.
Pasarían seis años, para que el montañista Rodrigo Jordán (compañero de expedición de Trujillo) llegara a la cima por la ruta Este del monte. Casi de manera simultánea, otro grupo de chilenos, a cargo de Mauricio Purto, lo hiciera por la ruta tibetana ¡Doble logro para Chile! A pesar de la enemistad que existe entre los dos “bandos”.
Actualmente Jordán es socio fundador y vicepresidente ejecutivo de la consultora Vertical, una institución que entre muchas cosas realiza expediciones. Su amor por la montaña ha hecho que haya vuelto a subir el Everest en tres oportunidades.
Conocida fue la expedición que se realizó en 2004, cuando encabezó un equipo en el que formó parte el empresario Andrónico Luksic. Otra en 2012, y la última durante este año. De hecho, por estos días se encuentran en el macizo haciendo patria. La travesía fue bautizada como «Seniors en la Cumbre», la cual encabeza junto a su socio Eugenio Guzmán y el empresario Nicolás Ibáñez.
El ascenso de este año implica un gran desafío también a nivel espiritual, pues volvieron a subir por la ruta en que Hugo perdió la vida hace 30 años. La cual nunca se volvió a hacer, hasta este año.
Dicha ruta no es de extrema dificultad, pero su complejidad radica en que la gran arista Este es muy larga, por lo que hay que habilitar un campamento a unos 8.200 metros, y de ahí el camino hasta la cumbre para muchos escaladores se hace demasiado larga.
El montañismo requiere liderazgo y trabajo en equipo. También reúne valores y enseñanzas que se aprenden, según dicen quienes practican la disciplina, solo estando allá arriba en situaciones límites. Lo cierto es que el Everest significa un logro y un desafío que apasiona. Muchos quieren subir, otros se quedan solo en palabras ¿Será el último ascenso de Rodrigo Jordán? Eso estará por verse…