La baja de deseo sexual es una de las disfunciones que ha tomado mayor fuerza en los últimos años, afectando a mujeres y hombres por igual. En esta nota dos especialistas entregan su visión sobre este tema.
Mucho se dice y se ha escrito sobre el deseo sexual, sin embargo, cuando se trata de este tema nunca es bueno generalizar, vale decir, lo que es un nivel de apetito sexual “normal” para una persona, no significa que lo sea para otra, incluso si esa otra persona es tu pareja.
La sicóloga y comunicadora especializada en género, relaciones de pareja y sexualidad, Constanza del Rosario www.constanzadelrosario.cl , explica que “la temática del deseo sexual es un tema bien manoseado y lleno de malos entendidos. Porque hablar de deseo sexual «normal» varía según múltiples factores tales como edad, etapa de vida en pareja y crisis normativas que pueden estar incidiendo en que nuestro deseo sexual sea menor o distinto al de antes”.
“Lo normal para cada una de estas situaciones es muy variado, sin embargo, la mayoría a la hora de hablar del nivel de deseo sexual considerado “normal” se compara con un ideal de deseo sexual de un «yo joven», libre de responsabilidades, en las primeras etapas de enamoramiento, criado en una cultura y familia igualitaria y desinhibida sexualmente. Si nos comparamos con este parámetro siempre quedaremos mal parados a la hora de evaluarnos”, enfatiza la especialista.
Por su parte, Magdalena Rivera, médico cirujano y sexóloga de Medical Sex Center, comenta que “las definiciones de bajo deseo sexual hablan de que éste, está disminuido o ausente y provocan malestar a la persona o a su pareja. Es decir, que por muy bajo que esté, si no genera dificultades, no es un problema. Si la misma persona lo considera bajo es necesario evaluar y ver qué está pasando. Cuando es la pareja quien lo considera bajo también hay que evaluar porque puede que esté bajo o solo esté bajo para las expectativas de la pareja, en ese caso, el problema más que el bajo deseo en sí mismo puede ser la diferencia de deseo entre ambos”.
Pero ¿qué hacer cuando efectivamente el nivel de deseo sexual se convierte en un problema?
Constanza del Rosario entrega sus tips:
– Tiempo de pareja de calidad, colmado de conversaciones positivas, escucha activa, gestos de aprecio y cercanía física.
– Seducción activa de ambos integrantes.
– Aprender a activarse sexualmente a través de estimulación cognitiva (libros, fantasías, recuerdos, planes eróticos)
– Trabajar la conexión corporal y la capacidad de estar en el ahora.
– Intentar y explorar posibilidades. No poner la negativa como respuesta automática: Tener ganas de tener ganas, es la clave.
En tanto, Magdalena Rivera también revela sus secretos:
-Salir juntos solos en forma periódica, con actividades que los saquen de la rutina, nada extraordinario, pero sí íntimo.
– Probar realizar un masaje uno al otro con aceites.
-Compartir fantasías sexuales.
-Mandarse mensajes en el día ya sea tierno o eróticos (según las preferencias personales).
– Reconocer qué cosas le estimulan a cada uno el deseo sexual y compartirlas con la pareja.