Los procedimientos estéticos en varones constituyeron el 15% del total de las operaciones de este tipo durante 2016, según cifras entregadas por la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica (SCCP).
Si bien hasta hace sólo unos años las cirugías plásticas estaban prácticamente reservadas para las mujeres, con el tiempo el tema ha dejado de ser tabú y cada vez más hombres acuden a un especialista para combatir el paso del tiempo o corregir algo que les molesta de su cuerpo o rostro.
Liposucción, rinoplastia o la eliminación de la papada, son algunas de las operaciones por las que consultan mayoritariamente los hombres, sin embargo, la reducción mamaria, o ginecomastia, y la blefaroplastia, intervención en la zona de los ojos, siguen siendo las más elegidas por los chilenos.
Si durante el 2016 llegaban 20 hombres mensualmente a la consulta del cirujano plástico Roberto Prado, durante este año esa cifra ha subido considerablemente, llegando a unos 30 promedio al mes.
La razón, explica el profesional y miembro de la SCCP, “se debe principalmente a que hubo un cambio social donde la cirugía plástica dejo de ser solamente un tema femenino y pasó a ser una herramienta para mantenerse vigentes en los trabajos o, simplemente, para verse más jóvenes. Junto con esto, este tipo de intervenciones se ha democratizado en los últimos años, bajando sus costos y permitiendo a los pacientes a pagar inclusive en varias cuotas”.
Entre las cirugías más solicitadas por los hombres está la denominada blefaroplastia, técnica quirúrgica que tiene como finalidad rejuvenecer los párpados mediante la remodelación de los tejidos perioculares, devolviendo la tonicidad a la piel, tanto en la zona del párpado superior como inferior.
“Esta intervención elimina el exceso de piel y remodela los tejidos que rodean los ojos, devolviéndole la firmeza y su aspecto natural. En la mayoría de los casos esta cirugía se realiza por razones estéticas, sin embargo, hay un porcentaje de personas que la hace por motivos físicos, ya que el exceso de tejido en los párpados les reduce el campo visual”, explica el cirujano plástico Roberto Prado.
La mayoría de quienes acuden al quirófano para una intervención estética son hombres mayores de 30 años, muchos de ellos insertos ya en el mundo laboral y con su proceso de desarrollo ya terminado. Sin embargo, otras de las intervenciones más populares entre los varones es la ginecomastia o reducción mamaria y que en nuestro país afecta a cerca de un 35% de los adolescentes (en mayor o menor grado), lo que tiene directa relación con una disminución en su calidad de vida.
Si bien la ginecomastia es bastante común, siendo el aumento del volumen mamario en los hombres producto de un mayor desarrollo del tejido glandular y/o por exceso de tejido graso, esta patología puede generar una serie de trastornos emocionales, que provocan ansiedad y, muchas veces, una disminución del autoestima.
“Al sentir vergüenza, los jóvenes evitan sacarse la polera en los camarines a la hora de hacer deporte, evitan bañarse en la piscina e incluso suelen andar encorvados, lo que además puede ser perjudicial para la columna si el cambio de postura se vuelve permanente”, señala Prado.
Según explica el cirujano plástico (www.drprado.cl), “antes de determinar un tratamiento es necesario hacer un buen diagnóstico, pues hay casos en que la ginecomastia es producto de un sobrepeso o del consumo regular de algunos medicamentos. En el resto de los casos, lo más aconsejable es someterse a una cirugía y si hay predominio de tejido graso, puede resolverse con una liposucción”.
El especialista cuenta que en los últimos años este tipo de consultas ha comenzado a aumentar considerablemente entre jóvenes y adultos, siendo una operación de rápida recuperación (alrededor de una semana) y que termina de raíz con uno de los complejos que más afectan a los hombres.
Otra de las intervenciones estéticas más solicitadas por ellos, explica Prado, es la liposucción en la zona abdominal, “la que busca eliminar el tejido graso acumulado, principalmente, por malos hábitos alimenticios y sedentarismo”.
“Este tipo de procedimiento no presenta mayores complicaciones y el paciente permanece sólo una noche internado, básicamente para su monitoreo y como medida precautoria. Siguiendo las recomendaciones médicas, en 5 a 7 días ya puede volver a su rutina y los resultados se comienzan a percibir a partir de la segunda o tercera semana”, asegura Prado.
El profesional enfatiza que “es importante tener claro que cualquier tipo de cirugía, sobre todo la plástica, es un procedimiento que puede traer muchos beneficios, pero también conlleva ciertos riesgos que deben ser evitados, por lo que es necesario que las personas estén informadas sobre la operación, quien la va a realizar y sus posibles complicaciones, además de aterrizar las expectativas en cuanto a los resultados”.
Leave a Reply